Los bosques son la vida del planeta, según la Forestería Análoga
Actualizado: 22 mar 2021
Los bosques brindan innumerables beneficios ecológicos, económicos y sociales; sin embargo, la deforestación ha incrementado a un ritmo sin precedentes en las últimas décadas. En el compromiso global por reducir emisiones de gases de efecto invernadero, los bosques también cumplen un rol fundamental.
La restauración de ecosistemas degradados y la producción sostenible, son parte de las metas de la Forestería Análoga, por lo que en celebración del Día Internacional de los Bosques, les compartimos una entrevista con Ángel Suco, uno de los promotores de esta metodología en el Ecuador desde hace 20 años, capacitador Senior de la Red Internacional de Forestería Análoga RIFA.

¿Qué son los bosques de acuerdo a la Forestería Análoga?
Los bosques nos dan aire puro para poder respirar todos los seres vivos, incluyendo los mismos árboles. Los bosques también regulan temperaturas, hacen que las temperaturas diurnas y nocturnas sean menos extremas. Nos ayudan con los ciclos hidrológicos mediante la captura de agua de las capas subterráneas y la heborespiración, humedecen la parte del aire, el contorno y permiten que suba la humedad; así se mantiene la hidratación de seres humanos y no humanos. Sin la humedad ambiental, sufriríamos de resequedades, por ejemplo en los seres humanos, de las fosas nasales.
Mediante este servicio eco-sistémico se forman las nubes y regresan en forma de lluvia a la tierra.
Los bosques son una gran fuente de nutrientes para animales, plantas epífitas, herbáceas, frutos comestibles para animales grandes o pequeños. Son también la fábrica de alimentos para todos los seres vivientes.
¿De qué manera los bosques contribuyen en la lucha contra el cambio climático?
Los bosques ayudan a mitigar el cambio climático.
Las adversidades que vivimos ahora, la pandemia por ejemplo, es consecuencia también de la desaparición de los bosques. Hay pocos árboles y no alcanzan a atrapar agua, por lo que no se desarrollan microorganismos que sean antagónicos para bacterias, virus y hongos que se generan en áreas despobladas con temperaturas adversas para la vida, con aguas de mala calidad donde estos agentes patógenos ponen en riesgo la vida de todos. Esta es una de las consecuencias del desequilibrio provocado por la pérdida de la masa boscosa.
¿Podría comentarnos sobre algún ejemplo de los efectos negativos de la destrucción de los bosques?
Hay un hongo que provoca la pudrición del cogollo en la palma africana. El sector palmicultor al desarrollar grandes plantaciones de monocultivos sin respetar ciertos esteros o afluentes, sin respetar los bosques mediante una tala indiscriminada, ha provocado que surge este nuevo patógeno. Ahora la naturaleza reacciona con esta enfermedad que afecta a los cultivos.

Por otro lado, la pérdida de los bosques en zonas urbanas, significa que cada vez más las enfermedades respiratorias afectan con mayor fuerza a la población. Una prueba de ella es la entrada y salida de invierno con fuertes gripes por los desequilibrios de temperatura y humedad ambiental.
Los bosques han permitido, que a lo largo de la historia, los seres humanos vivan a partir de ellos. Han podido vestirse, obtener utensilios para cocina, para sus viviendas, se han previsto de gran alimento para sostener la vida mediante minerales y vitaminas. Permiten la remisión de la luz por una gran cantidad de hojas (masa foliar) y que la intensidad del sol no caiga directamente.
¿Cuál es la diferencia con los monocultivos?
Dentro de los bosques encontramos un suelo especial, albergando a millones de millones de seres microscópicos que generan nutrientes, antibióticos, fitohormonas y vitaminas. Así, contribuyen con la descomposición de la materia y la mineralización para que sean asimilados nuevamente por las raíces de las plantas. Un área de monocultivos o de ganadería es completamente diferente.
Los monocultivos no son considerados como bosques, persiguen un fin económico y comprenden una sola especie repetida cientos o miles de veces en un área de terreno con una extracción acelerada de los nutrientes que por cientos de años fueron producidos por las diversas especies en el bosque. La naturaleza no lo reconoce por su ausencia de diversidad, como un aliado o un componente más de la sostenibilidad de la vida. Los monocultivos son generadores de plagas, enfermedades; además, compiten por agua, luz, por nutrientes. Los monocultivos empobrecen a los ecosistemas por la progresiva pérdida de biodiversidad, traen miseria a toda la vida del planeta, no sólo para los seres humanos. A la larga producen desiertos de vida.

Los bosques, tanto los naturales como los antropogénicos que hacemos con Forestería análoga, nos dan el equilibrio biológico, respetan las leyes de la naturaleza, sus ciclos propios.
Los bosques mantienen el ambiente sano y equilibrado. Son también laboratorios para que los científicos puedan elaborar fármacos que puedan contrarrestar enfermedades. Los bosques en la Forestería Análoga son fuentes de vida.
¿Qué es la mineralización del suelo y por qué es tan importante para la salud de los ecosistemas?
Podemos decir que es la transformación de la materia orgánica en compuestos minerales que quedan disponibles para que las plantas puedan ser asimiladas. Por supuesto, se deben tener las condiciones adecuadas para que los árboles y plantas se puedan nutrir. El agua es el vehículo conductor de este proceso. Si no tenemos la humedad adecuada en el suelo, no se da el proceso de nutrición.
También se da la mineralización de las rocas, arena o la partícula más fina que es la arcilla. Para que esto ocurra, encontramos a los microorganismos compuestos por hongos y bacterias. Se necesita de abundante material orgánico para tener suelo agrícola (negro). Todos cumplen un rol y solo pueden hacer su trabajo si están protegidos de los rayos ultravioleta del sol por la sobre que les proveen los árboles. Por eso es tan importante recuperar la diversidad de los bosques.

Transcrito por: Maria Ines Rivadeneira